La otra punta también preocupa. Apenas el 1% de los alumnos argentinos tiene resultados avanzados en Matemática, esto es, pueden modelar situaciones complejas, seleccionar, comparar y evaluar estrategias apropiadas de resolución de problemas. Aquí es el 1%, mientras que en China es el 44%, en Singapur 37%, Hong Kong 29%, y Macao 28%.
El país paga 180.000 euros cada cuatro años por participar de la evaluación
Las pruebas internacionales PISA se toman desde el año 2000. Sólo con una interrupción en 2003 (por la crisis), la Argentina participó en todos los operativos, que se hacen cada tres años. Ahora, entre especialistas y conocedores crece el rumor de que la participación argentina corre riesgo ante la llegada del nuevo gobierno.
Consultados por Clarín, desde el gobierno informaron que la prueba PISA le cuesta al país 180.000 euros por gestión. “Son 45.000 euros anuales, y cada gestión de gobierno decide si participa”, dijo Elena Duro, secretaria de Evaluación Educativa del Ministerio de Educación nacional.
La funcionaria defendió la participación en PISA, porque “surgen datos muy importantes que, bien usados, pueden servir para lograr mayor equidad en el sistema o cambiar aspectos pedagógicos relevantes. Como la extensión de los textos: de la prueba surge que en aquellas escuelas donde se trabaja con textos más largos se obtienen mejores resultados de lectura, entre tantos otros datos”.
“Conviene seguir en PISA. Pero creo que los países de América Latina podemos pensar en avanzar en una prueba regional, a nivel secundario, como ya existe en la primaria. No hay que obviar en los resultados de PISA el umbral diferente del que se parte. No es lo mismo las condiciones con las que se estudian en un país que en otro. Además, también cambia la forma en que se toma la prueba. Ya sabemos cómo son los países asiáticos, por ejemplo”, dijo Duro.
Pero lejos de reducirse la participación en PISA, en la última edición tuvo más presencia del país. Por primera vez, participaron como “subnaciones” (en otra categoría) las provincias de Córdoba, Buenos Aires y Tucumán, que se sumaron a la Ciudad de Buenos Aires que ya había participado por su cuenta en las anteriores dos ediciones de PISA (2012 y 2015).
Aunque en el resultado general fue inferior a 2015, Capital tuvo la mejor performance. Con 454 puntos en lectura, está a la altura de Chile (452), el país que lidera la región. Detrás se ubicaron Córdoba (427), Provincia (413) y, por último, Tucumán (389). El promedio nacional fue de 402.
“Al comparar la evolución de la puntuación promedio entre 2012 y 2018, con las tendencias de Argentina, América Latina y la OCDE, la Ciudad es la única que exhibe una tendencia ascendente de manera consistente en lectura, matemática y ciencias. El puntaje promedio se mantiene por encima de manera estadísticamente significativa -entre 20 y 30 puntos- respecto de los resultados de 2012, aunque bajó unos 20 puntos en las tres áreas respecto de 2015”, dijeron desde el Ministerio de Educación porteño.